En una fábula hecha por hipermecanismos del futuro, un mensaje en una botella algorítmica revive una historia de extinción del pasado a un niño-marioneta-holograma en el presente.

Mientras Sabina sube un testimonial de los abusos sufridos en un videojuego de guerra en línea, lo real y lo virtual se funden con caóticas consecuencias.

Nico es un sonidista que escucha y graba conversaciones de soldados de guerras del pasado, pero cuando escucha la voz de Andrés, un soldado que ha sobrevivido a varias guerras, se crea una empatía nueva para él, por lo que decide hacerse escuchar por Andrés para poder salvarlo.

Aquí donde todo termina es un cortometraje experimental y poético que se mueve entre el documental y la ficción para abordar una cultura en peligro de extinción, la de los pueblos indígenas de Brasil. Se trata, en particular, de un intercambio de conocimientos realizado en Aldeia Bugio, en todas las etapas del rodaje en 16 mm, del desarrollo botánico y de la captura sonora de forma colectiva. Busca reactivar la memoria de los orígenes del pueblo Laklãnõ/Xokleng.

La situación desfavorable del mercado laboral durante la pandemia empuja a Kateryna a trabajar en un call center fraudulento que vende vitaminas que prometen un éxito “mágico” a sus consumidores. Si bien esto la ayudó a sobrevivir financieramente, meses de aislamiento, clientes irritados y una frustración común la llevaron a una deficiencia de vitaminas, la llamada avitaminosis. La película es un viaje a la fragilidad y la búsqueda de sanación y amor en un mundo cada vez más asfixiante para las generaciones jóvenes.

Tras el colapso del modelo expositivo, los metaversos radicales y las comunidades artísticas clandestinas están a gusto. María Cañas presenta el Metamundo Metachorra del arte contemporáneo, una nueva pesadilla grotesca del archivo.

En el medio del Desierto de Atacama, se encuentran los vestigios de la última industria de
salitre, mientras los residentes son testigos de la debacle de una industria ubicada en el lugar más seco del mundo.

El 20 de julio de 1976 llegó a la Tierra la primera imagen de Marte. Esa misma noche, en Jujuy, las luces del ingenio Ledesma se apagaron por completo: 400 personas fueron secuestradas por los militares, con el apoyo de la empresa azucarera. En junio de 2023, a casi 47 años del apagón, se realiza el primer streaming desde Marte, mientras el pueblo jujeño enfrenta al gobierno en las calles.